Conocí a Natalia en 2019 cuando le pedí una cita de asesoramiento para mí.
Ya la seguía por las redes y pronto me enganchó. Desde el principio me gustó la manera en que me hizo sentir capaz de lograr lo que quería , en que confiara en mí y la forma de decírmelo fue clave. Sus consejos, las meditaciones, las acciones, los libros, el ponerme en el camino de todo lo que yo debía tener en cuenta para progresar, me lo dio ella, en el par de citas que tuvimos, desde ahí todo fue crear y crecer.
Gracias a toda la confianza que me hizo sentir emprendí de forma más visible mi proyecto, un proyecto que ya existía pero que no tenía presencia en redes, yo avanzaba a pasitos cortos, hasta lentos pero en mi camino estaba.
Mientras tanto yo la seguía en todas sus redes, e intentaba apuntarme a sus cursos, pero el momento definitivo llegó cuando estaba organizado el «Círculo de mujeres» y pensé que esta era una oportunidad para mí que no podía dejar pasar. Me apunté según lo supe y sin duda ha sido la mejor decisión que tomé en ese momento.
Ha sido y es una experiencia enriquecedora.
He aprendido muchísimo de sus conocimientos, sabiduría, de su experiencia y de la cantidad de recursos que maneja. Hay conocimiento y consciencia, con una manera simple y amena de transmitirlo.
Ella abre un abanico de posibilidades, herramientas que vas a conocer y ver las terapias desde diferentes puntos de vista pero principalmente lo que Natalia me ha enseñado es a AMAR, así con mayúsculas, amar a las mujeres y mi esencia de mujer.
Con ella he aprendido el verdadero significado de ver a otra mujer como hermana, aún cuando la sangre no se toque, porque lo hacen los corazones, la sororidad, el apoyo sin condiciones y su grandeza.
Sentirme bien como mujer, en un mundo donde se premia ser como un hombre, es con Natalia con quién aprendí una visión muy constructiva, ser y sentirme mujer.
Es amarse, es entenderse, es comprenderse en otra dimensión que debería ser la norma, «de mujer a mujer, de madre a hija, hermana de amiga» .
Aunque mencionar solo este aprendizaje me sabe a poco, es profunda y transformadora la experiencia que hemos vivido las mujeres del «Círculo de Alma de Luna» en estos 18 meses. La oportunidad de conocernos de coincidir ha sido un regalo donde el cariño ha ido creciendo mes a mes.
Ahora estamos en la recta final de nuestra aventura pero no es el fin de esto tan maravilloso que hemos construido como nuestra amistad, es la oportunidad de seguir creciendo con otras experiencias sabiendonos queridas y acompañadas.
Vamos a por más propuestas de nuestra querida maestra de ceremonias, profesora y amiga Natalia Salinas.
Hoy por hoy sigo en mi camino al servicio de los demás apoyando con mis terapias y aprendiendo porque siempre es así dar y recibir y a ella le digo, gracias por tus servicios a nuestro crecimiento, gracias por enseñarnos a ver todo nuestro potencial y sobre todo gracias por tener siempre un mensaje, una llamada o algo para recordarnos que nunca estamos solas en el camino de ser un poquito mejores cada día, en este camino de la transformación.
Sin ninguna duda a toda la que quiera una aventura para crecer, amarse y conocerse mejor, le recomiendo no perderse a Natalia Salinas y el círculo de mujeres de alma de luna.
Por Suad Santiago, terapeuta floral en @thedandelionspirit.